Estas son noticias que podrían alarmar a cualquiera. Android, tal y como lo conocemos ahora mismo, es un sistema operativo de código abierto, todas las modificaciones que le hacemos a diario en nuestros teléfonos o tablets, las ROMs, los gestores de recovery, todo esto ha sido posible gracias a su naturaleza abierta, sin mencionar que es gracias a su condición open-source que es tan popular hoy en día. Pero hay analistas que esto podría llegar a su fin muy pronto —y no, no es como nuestra broma del día de los inocentes, esta vez son pronósticos reales—.
Hace apenas unos días, Google le ganaba una millonaria batalla legal a Oracle, con esto, muchos analistas piensan que ha llegado el principio del fin del modelo abierto de Android, y afirman que este pasaría a ser de código cerrado (tal como lo es iOS y Windows). Aunque en principio, no parece ser un pronóstico muy acertado si tenemos en cuenta que Android N introducirá una capa de abstracción que permitirá actualizar el sistema sin tocar la capa de personalización del fabricante — pero nunca se sabe...
¿Por qué? Según parece y tiene mucho sentido, Android libre le está dando muchos quebraderos de cabeza a Google: empezando por el tema de las actualizaciones (Marshmallow lleva ya más de 8 meses y sólo está en un 10% de terminales), el bloatware y las pesadas capas de personalización de algunos fabricantes.
Si Android se vuelve cerrado, dile adiós a esto. / © Android Central |
A decir verdad, Google le debe mucho de lo que es Android ahora a fabricantes como HTC, LG, Samsung y Motorola que en su día arriesgaron y apostaron por él. Sin embargo, según estos analistas, estos fabricantes se han convertido en un gran peso para Google y para Android, perjudicándole más que beneficiándole. Y la decisión, según Richard Windsor, ya habría sido tomada.
Richard Windsor, un analista de Nomura Securities, cree que el plan de Google para convertir a Android en un sistema propietario de hecho ya ha empezado, y que los resultados (o consecuencias) recién empezaríamos a verlos durante los próximos 2 años. Como todo cambio grande, ocurrirá muy despacio. Un Android propietario significaría que Google tendrá que mandar sus binarios cerrados a los fabricantes para que estos sólo se ocupen de instalarlos en sus dispositivos. Esto agilizaría las actualizaciones al ser manejadas directamente por Google.
Esto sería totalmente opuesto a lo que los fabricantes generalmente hacen. Básicamente lo que un fabricante hace es tomar el código fuente de Android (AOSP), el cual está disponible públicamente para que cualquiera lo descargue, luego lo modifican a su gusto, esperan que Google les autorice a poner sus servicios, lo instalan en sus dispositivos, y el resultado es lo que conocemos como TouchWiz, LG UX, EMUI o HTC Sense.
Y también a esto... / © Android Central |
Para voltearle el pastel a la situación, al convertir Android en código cerrado, las únicas compañías con las que Google trabajaría muy de cerca serían Qualcomm y MediaTek, para asegurarse de que los binarios cerrados de Android trabajen bien con sus procesadores —tal y como Microsoft trabaja con Intel, por ejemplo—. Para Richard Windsor, esto haría que los parches mensuales de seguridad no sean un inconveniente en ningún terminal, ya que estos serían enviados directamente por Google.
Es verdad, hay muchos problemas que se solucionarían convirtiendo Android en un sistema operativo cerrado; pero hay mucho más que peligra en un Android cerrado, y es nuestra libertad como usuarios, libertad que sólo un modelo de código abierto ofrece. Aunque lo que se dice son únicamente pronósticos o meras suposiciones de analistas, hay que tomarlas con cautela. Google puede convertir a Android en propietario, pero el kernel Linux bajo el capó jamás lo será. ¿Dónde estás Comisión Europea cuando más te necesitamos? ¿Qué opinas?
[vía Android Headlines]
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