Si no puedes con ellos, mejor hazte pasar por ellos. En el pasado HTC ha hecho un excelente trabajo trayéndonos dispositivos increíbles diseños, trastos como el HTC One M7 y M8 dan fe de qué tan lejos puedes llegar diseñando bien algo, y sin duda tuvieron un éxito bastante moderado aún con su exorbitante precio. No anticipando que en 2015 la gente buscaba innovación y grandes cambios —aunque sin ser toda la culpa suya—, cometieron el grave error de no cambiar su diseño ni un poquito y ponerle un procesador que nadie quería usar (el tristemente célebre Snapdragon 810), el resultado fue el desastrozo HTC One M9...
El asunto es que el día de ayer HTC presentó al que ellos mismos han denominado su 'flagship héroe': el HTC One A9, un gama media tan pero tan parecido al iPhone 6 que podríamos afirmar con toda certeza que se trataría de un clon intencional y bastante caro, además —más de $500 dólares en pre-venta—. Así que mientras el resto de fabricantes Android trabaja por diferenciarse, HTC ha decidido darse por vencida y optar hacer exactamente por lo opuesto.
El HTC One A9 no busca ser innovador ni mucho menos destacar en nada. Sabiendo que el consumidor pregunta primero por un iPhone, básicamente HTC ha decidido fabricarse un clon cuyo único objetivo es buscar desesperadamente a alguien que se lo compre por un poco menos de lo que pide Apple. Ahora la pregunta es: ¿querrá la gente comprar una imitación de iPhone hecha por HTC? Cualquiera que sea la respuesta, de este 'flagship héroe' depende el futuro de HTC, muy incierto si este terminal no logra venderse como esperaban.
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